La filosofía de la educación
es una disciplina relativamente moderna que estudia
el fenómeno educativo y las teorías sobre el mismo desde una perspectiva
racional, con el deseo de ofrecer una explicación ultimativa, sobre la
educación humana y su pedagogía de enseñanza.
El hecho de enseñar algo, de hacerlo en un colegio, con unas materias y
un sistema, todo ello quiere decir que debería haber un planteamiento previo
que establezca la orientación que se pretende dar a la educación. Así desde la
filosofía de la educación se reflexiona sobre qué valores hay en la enseñanza.
En el mismo sentido, se reflexiona sobre el fin de la educación. Otro aspecto a
tener en cuenta es el papel de los niños, pues en ocasiones se ha olvidado el
esquema mental de los más pequeñas a la hora de educarles.
La filosofía de la
educación es una disciplina teórica y tiene unas evidentes raíces filosóficas.
Por este motivo, cada visión o corriente de pensamiento desarrolla
su propio esquema. Se puede hablar de una filosofía de la educación cristiana,
marxista, liberal e incluso mixta.
La filosofía se
ocupa de aportar un análisis racional a una situación. Y la educación es un
fenómeno universal y han sido muchos los filósofos que han aportado su valoración sobre la educación.
Los clásicos griegos ( Platón y Aristóteles ), los pensadores cristianos o los
marxistas han establecido sus tesis sobre qué debe guiar la educación. Sin
embargo, hay un autor, Rousseau, que ha tenido una gran influencia. Este
filósofo francés del s. XVlll entendía que la educación era el instrumento
básico para crear ciudadanos libres y creía que debía enseñarse teniendo en
cuenta la naturaleza del niño ( muy distinta a la del adulto ). Su influencia
filosófica fue clave en la renovación de la pedagogía a partir del s. XlX.
La filosofía de la
educación tiene su origen remoto en el mundo antiguo, sobre todo en autores
como Platón y Aristóteles, que hablaron continuamente de la
educación humana y del modo ideal en el que debería ser formado el niño para
entrar a formar parte de la vida social. También el mundo cristiano y medieval
cuenta con autores como Clemente de Alejandría, san
Agustín o santo Tomás de Aquino, que abordaron las temáticas
educativas desde ideas filosóficas y teológicas.
A partir del Renacimiento y en los inicios de la Edad moderna
se produjo un amplio desarrollo de teorías educativas. Luis
Vives, Erasmo de Rotterdam, Comenio, Jean-Jacques
Rousseau, John Locke, Immanuel Kant, Fröbel, y otros autores,
ofrecieron diversas reflexiones sobre la educación del hombre y sobre el camino
que lo llevaría a su perfeccionamiento como individuo y como miembro de la
sociedad.
¿Qué es idealismo?
El idealismo es
un conjunto de corrientes filosóficas que se opone al materialismo. Afirma
que para comprender la realidad no alcanza con el objeto en sí que es
percibido por los sentidos sino que es necesario tener en cuenta las ideas, los
sujetos pensantes y el propio pensamiento.
El idealismo fue de gran influencia en el pensamiento filosófico a
lo largo de la historia. Motivó a los pensadores a desconfiar de la
percepción de sus propios sentidos para ampliar su capacidad de comprensión de
la realidad.
Tipos de corrientes idealistas
Se distinguen cinco tipos de corrientes idealistas:
Idealismo platónico. Platón fue uno de los primeros filósofos en
hablar de idealismo. Sostuvo que las ideas constituyen un mundo suprasensible
fuera del ser, es decir, un mundo que se intuye de manera intelectual y no solo
a través de los sentidos. Es por medio del intelecto y la razón como se logra
conocer el mundo real.
Idealismo objetivo. Para esta variante filosófica, las ideas
existen por sí mismas y solo se pueden descubrir mediante la experiencia.
Algunos representantes del idealismo objetivo fueron Platón, Leibniz, Hegel, Bolzano
y Dilthey.
Idealismo subjetivo. Algunos filósofos de esta corriente fueron
Descartes, Berkeley, Kant y Fichte. Sostenían que las ideas existen en la mente
del sujeto y no en un mundo exterior independiente. Según esta corriente, las
ideas dependen de la subjetividad del ser que las percibe.
Idealismo alemán. Se desarrolló en Alemania y los principales
pensadores de esta corriente fueron Kant, Fichte, Schelling y Hegel. Contempla
que la verdadera esencia del objeto existe debido a la actividad subjetiva del
pensamiento, que lo reconoce como algo real y no como algo abstracto. Se
caracterizó por priorizar el pensamiento sobre la sensación, por plantear la
relación entre lo finito e infinito y por inspirar una fuerza creativa en el
hombre (incluso los poetas fueron influenciados por los filósofos de esta
corriente).
Idealismo trascendental. El filósofo Kant fue su principal
representante y sostuvo que, para que tenga lugar el conocimiento, es
necesaria la presencia de dos variables:
1. Fenómeno. Manifestación
directa de los sentidos, es decir, el objeto de
una observación empírica.
2. Noúmeno. Es lo pensado,
que no corresponde a una percepción de los sentidos. Puede ser conocido por
medio de la intuición intelectual.
Kant sostiene que el conocimiento está condicionado por los fenómenos,
mientras que los noúmenos son los límites de lo que puede ser conocido.
Las condiciones de todo conocimiento son dadas por el sujeto y todos los
fenómenos derivados de su percepción son considerados como representaciones de
la realidad. Las cosas en sí mismas no constituyen lo real.
Características del idealismo
- Requiere
del intelecto que le permite formar una idea determinada de las cosas que
percibe a través de los sentidos.
- La
razón no se identifica con lo finito o material sino que alcanza lo
infinito, como puede ser la concepción de la existencia de Dios.
- La
manera de conocer la realidad, es decir, a los objetos en sí mismos, es
por medio del intelecto y a través de la experiencia.
- No
se conforma con lo que en apariencia perciben los sentidos sino que está
ligado a una realidad superior de la consciencia del ser.
Ejemplos de
idealismo
Detallamos los principales ejemplos que reflejan parte de la filosofía
idealista:
- Derechos humanos. Una idea universal
surgida en Francia es asimilada por los dirigentes sobrevinientes de
la Segunda Guerra Mundial.
- La Revolución Francesa. Sus premisas
de libertad, igualdad y derechos humanos, se basan en conceptos del
idealismo social y político.
- Don Quijote de la Mancha. Se caracteriza por
un personaje que soñaba y se perdía en su propio mundo de ideas.
- “Pienso, luego existo”. Es la frase del
filósofo René Descartes que mejor identifica a la corriente idealista.
- “Son filósofos verdaderos,
quienes disfrutan contemplando la verdad”. Esta frase de Platón
alude a que la filosofía consiste en elevarse hacia
la verdad o realidad.
- Las obras de Carlos Marx. A partir de sus ideas,
Marx explica las características y el funcionamiento de una sociedad
ideal, donde los medios de producción pertenecen a la clase
trabajadora
¿QUÉ ES LA
EDUCACIÓN PARA ROUSSEAU Y CUÁLES LOS CONTENIDOS EDUCATIVOS?
“La educación es un proceso natural
no artificial, es un desenvolvimiento que surge de dentro no algo que procede
de afuera. Se realiza por la acción de los instintos e intereses naturales, no
por imposición de una fuerza externa”38.
Para Rousseau la
educación es un proceso que se realiza de acuerdo con el desarrollo natural del
hombre. Abarca desde la infancia hasta el final de la adolescencia. De 0 a 2
años con la madre (hay que evitarle que contraiga hábitos, algo que es
artificial o anatural); luego, viene la niñez de 2 a 12 años (segunda etapa) en
la que hay que protegerlos de las influencias malignas y extrañas, en vez de enseñarles
cosas para las que no está preparado. “No enseñar la virtud y la verdad sino a
preservar de vicios el corazón y de errores el ánimo”39. No está listo para
actividades plenamente mentales, aprende con experiencias; es la época del
dibujo, de la medición, del hablar, el cantar; nada de Geografía, Historia,
Idiomas, Literatura, (Segundo Libro) que implican conocimientos verbales o
simbólicos. Nada de enseñarle el deber, la obediencia, nada de castigos, debe
depender más de la naturaleza que de los hombres.
La tercera etapa es la de la primera
adolescencia, (de 12 a 15 años). El niño tiene la mente abierta y dispuesta a
explorar el ambiente en el que vive, aquí interviene la técnica del
“descubrimiento” y la “resolución de problemas”. El único libro que debería
leer es Robinson Crusoe, para ayudarlo a resolver los problemas prácticos que
se le presentan. Puede aprender una ciencia elemental, no de su tutor, sino de
su propia experiencia en el mundo natural; algo de artesanía. A la edad de 15
años está listo para dejar de ser niño y entrar en una vida individual
convertido en un ser pensante y eficiente.
Para convertirlo en un ser completo
no queda sino convertirlo en un ser afable y sensible, es decir, perfeccionar
la razón por el sentimiento.
La cuarta etapa es la adolescencia
entre los 15 a 20 años. Los contenidos que recibirá serán los que se daban en
ese entonces: Historia, Literatura, Artes, Estudios Sociales y Políticos. Para
completar su estudio deberá hacer un viaje por Europa, común en esa época. Ahora
podrá entrar a la sociedad y ser capaz de enfrentarla.
Encontramos aquí que el modelo de hombre final y su educación no difiere
del ideal en el siglo XVIII de lo que era un hombre formado liberalmente; lo
nuevo de Rousseau es que este tipo de educación ha sido pospuesto hasta que el
educando ha cumplido 15 años y que los métodos aplicados para lograrlo se
centran en el niño y subrayan la participación activa de él en el proceso
formativo.
John Dewey
Filósofo nacido en
Burlington, Vermont, Estados Unidos el 20 de octubre de 1859. Es llamado
por muchos el “padre de la educación renovada”. Graduado en Artes en la
Universidad de Vermont en 1879; se doctoró en Filosofía en la Universidad de
John Hopkins en 1884. Estudió los sistemas educativos de México; China,
Turquía, Japón y la Unión Soviética. Contrastó sus principios educativos en la
famosa escuela laboratorio de carácter experimental, denominada Escuela Dewey,
instituida en la Universidad de Chicago en 1896. Concibió la escuela como un
espacio de producción y reflexión de experiencias relevantes de vida social que
permite el desarrollo de una ciudadanía plena. Sostenía que lo ofrecido por el
sistema educativo de su época no proporcionaba a los ciudadanos una preparación
adecuada para la vida en una sociedad democrática. El «método experimental» de
su pedagogía se basa en la educación de la destreza individual, de la
iniciativa y del espíritu de empresa en detrimento de la adquisición de
conocimientos científicos. Sus escritos influyeron en los profundos cambios
experimentados en la pedagogía de Estados Unidos en los inicios del siglo XX.
Como filósofo, subrayó todo lo práctico, esforzándose en demostrar cómo las
ideas filosóficas pueden actuar en los asuntos de la vida diaria. Su
planteamiento lógico y filosófico era de cambio permanente, adaptándose a las
necesidades y a las circunstancias. El proceso de pensamiento en su filosofía
es un medio de planificar la acción y de superar los obstáculos entre lo que
hay y lo que se proyecta. Activista político, defendió los planteamientos
progresistas, algunas veces radicales, respecto de los asuntos internacionales
y de los problemas económicos.
Nació en ciudadela
del “yanquismo” de Nueva Inglaterra, en el seno de una familia de colonizadores
de humilde origen, el mismo año en que apareció Sobre el origen de las
especies, de Darwin. El “yankismo” y el darwinismo fueron los dos puntos
iniciales de una actividad filosófica que, empezada en una época hoy arcaica,
había de terminar en 1952, y de una filosofía cuyas repercusiones mundiales se
dejan sentir aún en nuestros días.
La juventud casi
rural de Dewey y sus años de universidad transcurrieron en el Este; en 1884,
sin embargo, inició la actividad docente en el Midwest, donde vivió durante los
veinte años siguientes. De tal región -de sus genéricos estados de ánimo y de
su “liberalismo americano” a la antigua- parece haber sido siempre el
intérprete. El contacto, en los últimos años de estudios, con la obra de Hegel
había dejado, según él mismo afirma, “un poso permanente” en su pensamiento. El
intento de una nueva interpretación del ilustre filósofo alemán en modernos
términos norteamericanos -o sea “yankees” y darwinianos- fue el primer paso en
la elaboración de lo que había de llegar a ser el “instrumentalismo” (la teoría
y el nombre resultaron variantes de lo que un autor contemporáneo pero de más
edad, William James, denominó “pragmatismo”). Las ideas de Dewey eran un
reflejo de las expresadas por pensadores como Rousseau, Pestalozzi, Herbart,
Fröbel y sus seguidores, pero, que quizá por venir de América, sonaban como algo
nuevo. También autores como, Darwin, Huxley, Comte, Hegel, James y Mead se
pueden registrar como grandes influencias en su pensamiento.
Para Dewey la
educación es una constante reorganización o reconstrucción de la experiencia a
partir de esto su principal preocupación fue poder desarrollar una educación
que pudiera unir la tradicional separación entre la mente y el cuerpo, entre la
teoría y la practica o entre el pensamiento y la acción, ya que el pensaba que
al hacer esta separación, llamada “natural” la educación, para él tendía a ser
académica y aburrida, alejada de los intereses reales de la vida: “Cada vez
tengo más presente en mi mente la imagen de una escuela; una escuela cuyo
centro y origen sea algún tipo de actividad verdaderamente constructiva, en la
que la labor se desarrolle siempre en dos direcciones: por una parte, la
dimensión social de esta actividad constructiva, y por otra, el contacto con la
naturaleza que le proporciona su materia prima”.
Para este
mejoramiento de la educación pensaba el autor que esta no se podía lograr con
una mejor educación de los maestros, sino con una mejor educación de los padres
y los funcionarios escolares ya que para él, ellos son la última palabra y el
carácter de esa palabra dependía solamente de la educación que ellos hubieran
recibido: “Una persona que recibiera educación será una que la entregue”.
Afirmaba también
que los niños no llegaban a la escuela como limpias pizarras pasivas en las que
los maestros pudieran escribir las lecciones. “Cuando el niño llega al aula ya
es intensamente activo y el cometido de la educación consiste en tomar a su
cargo esta actividad y orientarla”
A partir de esto,
el autor pensaba que la labor de la escuela era establecer reglas, por medio de
las cuales, los alumnos obraran de tal modo que, aun después de haber obrado, a
esos alumnos no se les lleve a ver la relación entre el resultado y el método seguido,
ya que solo por medio de sus propias observaciones, reflexiones, formación y
comprobación de sugestiones puede un alumno ampliar y rectificar lo que sabe.
Creía firmemente que se podía aprender haciendo algo que no se comprendiera.
Como consecuencia de esto la tarea del maestro es realmente esto ser un
maestro, no un amo o “autoridad”, este debe tener suficientes conocimientos de
sus alumnos, de las necesidades, experiencias, grados de habilidad y
conocimientos de estos etc. para poder, no dictar fines y planes, sino
participar en una discusión referente a lo que ha de hacerse en conjunto con
sus alumnos. En este ámbito de conocer profundamente a los alumnos era
fundamental para Dewey el respeto de la individualidad y libertad de los
alumnos y a partir de estas habilitar a los alumnos que prestaran cooperación
especial en grupos de sus interés y a participar de sus actividades de tal
forma que la conducta social sea cuestión de su propia actitud mental, y no
puro dictado autoritario de sus actos ya que creía que repetir materia en forma
exacta a como la concibe la persona mayor queda sin dirigir la originalidad de
la individualidad.
“Libertad
significa, esencialmente el papel que el pensamiento -que es personal-
desempeña en el estudio, significa iniciativa intelectual, independencia de
observación, invención juiciosa, previsión de resultados y habilidad de
adaptación a ellos”.
La educación es una
necesidad de la vida, en cuanto asegura la transmisión cultural; en las
sociedades complejas se ha especializado en la instrucción formal, y al mismo
tiempo advierte como uno de sus fines el de mantener el contacto con la
experiencia directa, estableciendo la continuidad de la teoría con la práctica.
Es el nexo de la experiencia de participación con las actividades dirigidas a
la adquisición de los símbolos culturales el que confiere a la educación
moderna su particular función social.
La idea Deyweniana
de la educación es similar a la de Durkheim. Coincide con el proceso de
socialización y reconoce la diferenciación histórica de la práctica de la
educación.
Pero con respecto a
la sociología de la educación Dewey se separa de Durkheim y de Weber para el
autor la sociología de la educación se interesa por la descripción de las
situaciones educativas y de su evolución.
Dewey probó su
método en su propia escuela laboratorio creada en 1896 en Chicago. Más tarde,
su método sería aplicado con carácter general en las escuelas laboratorios
universitarios norteamericanos, y luego en las escuelas públicas de los Estados
Unidos. Este movimiento no sólo afectó a los Estados Unidos, sino que
finalmente llego a permear todo el proceso de renovación educativa en toda
Europa. El siguiente párrafo tomado del Pedagogic
Creed (1897) de Dewey expresa de forma elocuente su punto de vista
general sobre la educación:
Con el advenimiento
de la democracia y de las condiciones industriales modernas, es imposible
predecir de una forma definitiva cómo será la civilización dentro de
veinte años a partir de ahora. De ahí que resulte imposible preparar al
niño para ningún conjunto preciso de condiciones. Prepararle para la vida
futura implica darle dominio sobre sí mismo; implica, pues, adiestrarle de modo
tal que tenga pronto y completo uso de sus capacidades; que su ojo, y su oído y
su mano puedan ser instrumentos prestos a ser usados, que su juicio pueda ser
capaz de comprender las condiciones bajo las cuales habrá de operar, y que sus
fuerzas ejecutoras sean adiestradas para actuar de manera eficaz y económica.
Es imposible alcanzar este tipo de adaptación salvo si se toman en
consideración constantemente las propias capacidades, gustos e intereses del
individuo, esto es, salvo si la educación queda convertida continuamente en términos
psicológicos.
Dewey sostenía que
la escuela era una “comunidad embrionaria” que haría mejorar toda la sociedad
haciéndola democrática y armoniosa, “la escuela es el factor democrático por
excelencia”. Durante su permanencia en Estados Unidos, Dewey estuvo
profundamente interesado en la reforma de la teoría y de las prácticas
educativas. Contrastó sus principios educativos en la escuela laboratorio de
carácter experimental, denominada Escuela Dewey, instituida en la Universidad
de Chicago en 1896. Los principios educativos proponían el aprendizaje a través
de actividades de diferente índole más que por medio de los contenidos
curriculares establecidos y se oponían a los métodos autoritarios. Dewey
pensaba que lo ofrecido por el sistema educativo de su época no proporcionaba a
los ciudadanos una preparación adecuada para la vida en una sociedad
democrática. Consideraba además, que la educación no debía ser meramente una
preparación para la vida futura, sino que debía proporcionar y tener pleno
sentido en su mismo desarrollo y realización. Su trabajo y sus escritos
influyeron significativamente en los profundos cambios experimentados en la
pedagogía de Estados Unidos en los inicios del siglo XX, manifestados en el
cambio del énfasis de lo institucional y burocratizado a la realidad personal
del alumno. Criticó la educación que enfatizaba tanto la diversión relajada de
los estudiantes, como el mantenerles entretenidos sin más, así como la
orientación exclusiva hacia el mundo profesional.
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